La política española en relación con las TIC en los últimos años se caracteriza por una sucesión de planes grandiosos, para situarnos “en el lugar que nos corresponde” entre el grupo de países punteros en el desarrollo de la “sociedad de la información” y un impacto real en educación más que modesto. El anuncio del Presidente Zapatero de “facilitar” un portátil a cada alumno de 5º de Primaria e ir ampliando la iniciativa progresivamente a otros cursos (junto a otros medios tecnológicos para los centros) ha pillado por sorpresa a comunidades autónomas, editoriales, empresas tecnológicas, docentes de a pie y puede que al propio Ministerio de Educación.
El escenario político en el que se desarrolla la educación en España es complejo: las competencias educativas están transferidas a las comunidades, pero el Estado se reserva aún competencias importantes (enseñanzas mínimas y estructura del currículum, financiación, etc.). La educación es más un escenario de lucha ideológico-partidista, trufado de intereses económicos y en el que la racionalidad no es un requisito, que una prioridad nacional. Y cada comunidad autónoma tiene su propio “Plan TIC”, en general, completamente ajeno al de otras comunidades.
No parece claro, por ejemplo, por qué modelo de equipamiento se apuesta: aulas informáticas, ordenadores en el aula, Tablets PC o portátiles para cada alumno/a (¿es una evolución?). Ni qué implica la “integración en el currículum” de las TIC: en la legislación se ha definido una competencia digital básica que luego apenas se refleja ni en los contenidos ni en los criterios de evaluación. Hay comunidades que apuestan fuertemente por el software libre y otras que solo usan software privativo. Tampoco sabemos si la Administración apuesta por materiales libres estandarizados (el Proyecto Agrega) o por los futuros “libros de texto digitales” comerciales de las editoriales de siempre, que, por su parte, tampoco tienen claro cuál es su modelo de negocio en el mundo digital..
Menos conocido pero de un mayor impacto a medio y largo plazo es el hecho de que la formación inicial en el uso didáctico de las TIC en los nuevos planes de estudio universitarios será una mera anécdota en el caso de los maestros y maestras de Infantil y Primaria y completamente inexistente en la formación de los profesores de Secundaria.
Andre Rodríguez Vega
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